sábado, 1 de noviembre de 2008

RUTA DE LA SALAMANDRA


















































Dentro de nada, cambiaremos un poc el chip de las rutas, y en vez de trazar una de las mismas como siee viendo habitual en lo agreste (jejeje), y optaremos por una ruta semiurbana, excusa perfecta para irse luego de comilona, y llegar a casa con tranquilidad.

El 9, es la fecha indicada. ¡Atentos!

Y de regalo, aunque no tenga nada que ver:

http://www.youtube.com/watch?v=ln_qHyGD9zo

http://www.youtube.com/results?search_type=vid&geo_name=Oviedo&ob=1&geo_map=1

Debido al exito que ha tenido la ruta vs comida de hoy, creo que debemos de hacer mas de estas. Así que cuando tengais alguna idea la publicaré aqui, por otro lado agradecer a todos los que habeis venido porque, si me ha hecho mucha ilusion organizarlo que pasa¡¡.

En cuanto tenga las fotos y videos explicativos los colgaré, así como también la indicacion de la ruta.

Un saludo, el Administrador general ( oscar).



La Arquera — Oviedo
Longitud:
9,6 kilómetros.
Inicio:
La Arquera (Puerto – Oviedo).
Final:
Caces (Oviedo).
Duración:
Menos de 2 horas.
Acceso:
A La Arquera, pueblo que está a 12,1 km de Oviedo (capital del Principado de Asturias), se llega en coche por la AS-322 (Santa Marina de Piedramuelle-Soto de Ribera, por Las Caldas). Por otra parte, la línea número 3 del transporte urbano (TUA) nos deja a unos cincuenta metros del inicio de la ruta.
Especies animales:
Alimoches, halcones, garzas, mirlos, jabalíes, corzos, zorros, salamandras.
Observaciones:—Esta ruta se une con la del Buitre [véase ficha], que tiene una longitud de 6,9 km, por lo que los senderistas pueden juntar las dos y hacer mayor número de km.—Para hacer esta ruta, además de ir calzados adecuadamente con botas de monte, e incluso katiuskas para el agua, debemos equiparnos de unos buenos prismáticos y unas guías de campo: de aves, de insectos, de hojas, de huellas y señales, compañeras imprescindibles en nuestro camino.—La ruta está señalizada con unas baldosas colocadas estratégicamente, pero para no afear el entorno se encuentran ubicadas en bordes de caminos, piedras o muros que nos obligan a buscarlas cuando llegamos a un cruce o desvío de camino. Ésta es una ruta para descubrir la naturaleza, incluidas las señales.—Ayúdanos a mantener limpia la ruta, no alteres el entorno, no cortes ramas, no retires piedras de los muros y si encuentras una portilla, por favor ciérrala, estamos en una zona con uso ganadero. Cuidado con el fuego; si ves un incendio, avisa al 112.
Descripción de la ruta
Ésta es una de las tres rutas (las otras dos son la del Buitre y la del Oso) habilitadas, por el Ayuntamiento de Oviedo y el Fondo para la Protección de Animales Salvajes (Fapas), a través del proyecto denominado Naturaleza de cercanías en Oviedo, para observar la fauna y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
La Ruta de la Salamandra comienza en La Arquera, última parada de la línea 3 de TUA, junto al Bar Chema. Tomando la carretera en dirección a Lavarejos, llegaremos al primer punto de información, donde debemos pararnos a contemplar un paisaje de enorme interés, la Peña Avis y su conjunto ambiental en el que el río Nalón y los bosques de ribera nos sorprenderán por su belleza.
Aquí crían, entre otras muchas especies, el alimoche, buitre viajero e inteligente que sabe utilizar las piedras para romper los huevos de avestruz cuando en el invierno se encuentra en África y que viene aquí para reproducirse.
Nos encontramos con el cartel interpretativo e iniciamos un andar entre sebes, matorral que bordea el camino y que normalmente está formado por zarzamora, especie vegetal que se nos puede antojar incómoda pero que va a ser asidua compañera del camino. Estos matorrales son un refugio excepcional para la pequeña fauna: pájaros, pequeños reptiles, caracoles e insectos. Aunque nos pinchen y parezcan un estorbo, sin ellos gran parte de la vida de nuestro entorno desaparecería.
Pronto nos encontramos con el camino embarrado. ¿Un nuevo obstáculo?, no, no, al contrario, busquemos el sitio por donde pasar sin pisarlo mucho o borraremos las huellas que precisamente queremos descubrir. Seguro que en estos pasos encontraremos los primeros indicios, las huellas del jabalí, el zorro, el tejón, el gato montés, la garduña... Ellos han pasado antes que nosotros en sus correrías en busca de comida en un prado o para acechar una presa y capturarla.
Caminamos hasta llegar al lavadero de la localidad de Puerto. Un punto de agua fresca donde beber, pero también donde observar o intuir que se encuentran los protagonistas de esta ruta, las salamandras y los anfibios en general. Una construcción humana que se convierte en refugio de vida silvestre. Su desaparición a causa del abandono se convierte en una pérdida de vida.
No perdamos detalle de nuestro entorno. La Peña Avis al fondo con un paisaje de meandros y bosques de ribera y, al lado nuestro, el viejo castaño de quizá 200 o 300 años de antigüedad donde podemos descubrir, bajo una rama, el pequeño agujero que nos indica que el pájaro carpintero ha construido su nido.
La aldea de Puerto nos recibe c on pequeñas huertas familiares y casas rurales a la antigua usanza, incluidos sus hórreos, que nos indican la importancia de las antiguas cosechas y la necesidad de conservarlas.
Llegamos al cruce y giramos a la izquierda, iniciando la subida por un cómodo camino asfaltado hasta La Trapa. Atravesamos fincas y prados con abundantes frutales viejos, productos de fruta y refugio para aves como el petirrojo o el colirrojo real. Los muros bordean las fincas; antiguos, sin cemento y con muchos huecos, son lugares extraordinarios donde los anfibios encuentran refugio bajo las piedras y mantienen su humedad.
Llegados a La Trapa, nos encontramos en una cuenca, formando un pequeño valle, sin río que evacue el agua. Ésta se sumerge por el sistema kárstico del suelo, donde los ríos son subterráneos, es lo que se conoce como un poljé.
Ya avistamos un territorio más asilvestrado, con pequeños y tupidos bosques de ladera formados por especies caducifolias, es decir, que llegado el invierno, pierden las hojas. Castaños, robles y abedules son los árboles más representativos. En el suelo de estos bosques, bajo las hojas, bulle la vida y en estos prádos húmedos las salamandras, que durante el día se esconden, capturarán por la noche todo tipo de insectos de los que se alimentan.
Tomamos el estrecho sendero a la derecha y, flanqueados por espineras y avellanos silvestres, iniciamos un camino de subida, el mismo que también se ven obligados a utilizar el corzo y el jabalí, así que busquemos su presencia en el barro o en la tierra húmeda. Cuando llegamos al collado, conocido como El Bustiello, nos encontramos con el punto final de otra de las rutas, la del Buitre, pero nosotros continuamos los pasos de la Salamandra...
Vamos bajando por el lateral derecho del valle viendo, a la izquierda, la cuenca del Boo con toda su ladera poblada de un gran bosque de castaños, altamente productivo de madera y de frutos que, como ahora no se recogen, quedan a merced de los animales salvajes.
Es el momento de mirar al cielo. Estos terrenos forestales son propicios para observar las águilas ratoneras, escuchar al pájaro carpintero o, con suerte, ver pasar velozmente la silueta del azor, el cazador más característico de estos bosques.
Vamos bajando por la falda de una montaña que nos puede parecer pobre en vegetación. Es cierto, es una montaña caliza y su vegetación es de porte mediterráneo, seco. Lamentablemente es una pequeña parte de la vegetación, ya que los incendios no han permitido crecer más allá de unas cuantas encinas dispersas.
Un fuerte contraste: en la zona umbría del valle, el bosque húmedo atlántico, y en la solana, la vegetación mediterránea más adaptada a la sequedad. Cada una de ellas con su flora y fauna característica. Si en el bosque hay salamandras, en la roca caliza abundan los reptiles y, tras ellos, el águila culebrera, que podremos ver una vez que llegan en la primavera desde África.
Una ancha pista nos lleva por la amplia y verde Vega de Siones. Cuando lleguemos al cartel informativo, en el barrio de El Pando, parémonos a descubrir lo singular de estos valles sin ríos. Es posible que el bar del pueblo esté abierto, entonces podríamos refrescarnos, de lo contrario habrá que hacerlo en la fuente restaurada de La Vallina, junto a la Capilla del Carmen.
Tomamos de nuevo el camino cómodo de la carretera hasta encontrar un pequeño ramal a la derecha, con su señal indicadora, que nos lleva por el medio del valle y las praderías, algunas de las cuales podremos ver abandonadas por la falta de actividad agraria. Decenas de generaciones familiares han creado estos prados y los han mantenido para obtener de ellos sus cosechas de patatas o maíz. Ahora apenas se encuentran estos cultivos.
Después de atravesar Guayoso, llegamos al barrio de Pozobal y callejeamos cuesta arriba buscando las señalizaciones hasta salir nuevamente a la carretera. Pero antes podemos hacer parada y fonda en una antigua casa de aldea restaurada con el gusto excepcional de dejarla como era originalmente para que no desentone con el entorno.
Unos metros más arriba y a la derecha nos llamará la atención una pequeña construcción de piedra con forma circular. Es un calero, perfectamente conservado. En él se cocían las piedras calizas para obtener la cal que era utilizada en las labores del campo, la construcción, etc.
Ya en el alto, en el lugar de El Viso, volvemos a descubrir los meandros del río Nora y, al fondo, la sierra del Naranco y la ciudad de Oviedo, que nos recuerda que lo urbano está cerca. Abandonamos la carretera tomando, a la derecha, un sendero empedrado que nos introduce de nuevo en la montaña caliza. Es el camino de Llagos, que nos llevará de nuevo a dar vista al lugar donde comenzamos, el valle de Puerto. Sobre el cielo puede volar cualquiera de las decenas de aves que forman parte de la ornitofauna astur. No perdamos el camino, no nos salgamos de él y, ¡cuidado!, estos terrenos pedregosos y soleados son el hábitat de la víbora común, muy abundante en todas las montañas de Asturias. Si nos sentamos en una piedra o en el suelo, antes debemos mirar dónde lo hacemos.
En el alto unos eucaliptos nos darán sombra. Es lo poco bueno que dan estos árboles, expoliadores de la naturaleza allí donde son plantados. Tomaremos el camino de descenso atravesando la ladera de la montaña, un gran pastizal muy abandonado donde el ganado doméstico pasa los meses de verano, hasta llegar al Peñón del Ferrolín, una curiosa piedra bajo la que nace un manantial y en la que las antiguas leyendas ubican uno de los muchos tesoros que hay escondidos en las montañas asturianas.
Pronto llegaremos al último punto de información y, si el día es despejado, la posibilidad de ver gran parte de las montañas costeras cantábricas se pondrá a nuestro alcance. Ya bajando encaramos la parte final de nuestro recorrido. Nos rodean en el camino madreselvas y avellanos, plantas que forman matorrales que ayudan a mantener el cierre de piedra de las fincas y evitar que el ganado doméstico salga de ellas. Generalmente es una vegetación que produce muchos frutos y, por tanto, donde hay comida hay vida. Cualquier lugar es bueno para descubrirla, incluso debajo de cada piedra, si no encontramos a la salamandra cobijada, daremos un susto a algunas de las lagartijas serranas que habitan o haremos salir corriendo a la escolopendra, a la que mejor dejamos en paz por eso de que igual nos muerde.
Pasamos por debajo de un depósito de agua pintado de azul y volvemos a encontrarnos con la carretera. No perdamos el rastro de las baldosas indicadoras. Habrá que buscarlas a la altura del suelo, colocadas entre unas piedras, casi tapadas por unas hierbas, pero están ahí. Sigámoslas ya entre las caleyas asfaltadas de Figarines. Al final del camino nos encontramos con una señal de tráfico de stop. Bueno, no hace falta parar que para eso vamos al paso, pero giremos a la derecha y continuemos por donde nos indica cada salamandra. Llegaremos al punto final, la plaza del pueblo de Caces.
Aquí podemos tomar el bus de vuelta a Oviedo, el tren de Feve o paramos a degustar unas sidras y algo de comer. Luego, si seguimos con fuerzas, tenemos la posibilidad de regresar caminando hacia los dominios de la Peña Avis, por la senda verde «Fuso–Tuñón», siguiendo el curso del río Nalón.
FUENTE: «Ruta de la Salamandra», en Naturaleza de Cercanías en Oviedo (Rutas por el concejo de Oviedo), folleto con textos de Fapas.























































































sábado, 11 de octubre de 2008

ASTURUTAS

jueves, 2 de octubre de 2008

BRAÑAGALLONES - CANTO DEL OSO

Rutas de Montaña del P.N. de Redes
Ruta del Cantu l'Osu por Valdebezón: PR. AS - 66.2
Brañagallones - Valdevezón - Colláu Arenes - Cantu l´Osu - Brañagallones
Media-Alta
11 km
Concejo: Caso
Itinerario:
Dificultad:
Distancia:
Duración: 5 h 45 min



La ruta parte de la majada de Brañagallones, a donde se accede por la pista que llega desde
Bezanes, a pié o utilizando alguno de los vehículos de servicio público autorizado pues el
acceso rodado se restringe a los que den servicio a las explotaciones agrarias.
Ya en Brañagallones, debe tomarse la pista que en dirección sur alcanza la cercana majada
de Valdebezón siguiendo el fondo de valle del Ríu Monasteriu. El itinerario transcurre entre
hayedos centenarios, pudiendo observarse en ocasiones indicios de jabalies o corzos.
Desde Valdebezón, donde apenas se conservan algunas cabañas ya en desuso, se prosigue
por una empinada senda que entre hayedos se encarama a la Sierra les Príes a la altura del
Colláu Arenes. Estas camperas son el paso natural entre las brañas del valle del Monasteriu y
las más orientales de Vega Pociellu, siendo antaño recorrido muy frecuentado por los
pastores que pasaban de uno a otro valle.
En vez de descender por la vertiente contraria de la collada, el itinerario gira aquí
bruscamente a la izquierda para tomar las sendas que recorren la crestería de les Príes. Se
alcanza así enseguida el cercano Colláu Puercu, desde donde se disfruta de una maravillosa
perspectiva de los bosques del Monte Redes, las brañas de L’ Ablanosa, Busumberón y Vega
Pociellu y las alturas del Picu Valdebezón, la Peña ‘l Vientu o el Mongayu.
Desde el Puercu, debe proseguirse dejando a la izquierda los murallones rocosos del Xerru
les Planes y El Porrón hasta alcanzar el collado de la Pasada Cerrosa. La vega de
Brañagallones ofrece entonces un espectacular paisaje, destacando en el centro del circo
glaciar que conforman las sierras de les Príes y Pintacanales.
El itinerario prosigue ahora cambiando de vertiente, dejando a la derecha las alturas del Xerru
les Príes para alcanzar la collada de la Muezca, casi encima de Brañagallones. Se toma
entonces el pendiente sendero que, a la izquierda, desciende hacia la vega. Enseguida se
encuentra el rellano en que se sitúan los prados de Ferramoru, donde permanecen los
escasos restos de la antigua cabaña de Ranéu. A partir de aquí basta alcanzar la cumbre
subiendo por su ladera occidental. El camino es en ocasiones de difícil andadura, por la
multitud de sendas existentes y el complejo relieve karstico. No obstante, esta privilegiada
atalaya ofrece una de las más amplias vistas del Parque Natural de Redes, divisándose
incluso los alejados Picos de Europa.
El regreso se realiza ganando de nuevo los prados de los Llanos de Ferramoru para allí girar
a la derecha y tomar el sendero que desciende hacia la vega de Brañagallones.

Datos obtenidos de: http://www.parquenaturalderedes.es/ .

RUTA DE BRAÑAGALLONES

Rutas de Montaña del P.N. de Redes
Ruta de Brañagallones: PR. AS - 66
Concejo:
Itinerario:
Dificultad:
Distancia:
Bezanes - Texu la Oración - Argayu ‘l Llobu - Brañagallones
Media
20.4 km (ida y vuelta)
Caso
Duración: 5 h 20 min (ida y vuelta)

La Ruta a Brañagallones parte del pueblo de Bezanes, situado a orillas de la Carretera
Regional AS-17 que conduce al Puertu de Tarna. En esta localidad existe un aparcamiento
público donde es posible estacionar cómodamente el coche, pues el tránsito rodado se ha
restringido exclusivamente a los vehículos agrarios al servicio de las explotaciones existentes
y a aquellos otros de servicio público debidamente autorizados.





La andadura se realiza a lo largo de una pista de tierra, hormigonada sólo en los tramos de mayor pendiente, que en suave ascensión se introduce en el corazón del Parque Natural hasta alcanzar la majada de Brañagallones, donde antiguamente existió un conocido refugio de caza al servicio del antiguo Coto Nacional de Reres que recientemente ha sido transformado en un
establecimiento hostelero.

El camino discurre al principio a la sombra de un frondoso bosque de castaños, abriéndose el
paisaje enseguida en las zonas de brezal que preceden al Texu l’ Oración.


Desde este punto se divisan la Peña ‘l Vientu, la Rapaona y la confluencia del Ríu Monasteriu y el Nalón, que ofrecen un espléndido y reparador paisaje. Sin duda el Texu l’ Oración debió constituir en el pasado un lugar relacionado con alguno de los ritos paganos, posteriormente cristianizados, que se asocian a este singular árbol.
La ascensión se hace a partir de aquí más cómoda, disfrutándose de la variedad y
singularidad que confieren al paisaje las numerosas brañas que orlan el camino: El Raigáu,
primero, y El Fondín, Biaiz y Andorvíu, después. En esta última existe a orillas del camino una
fuente en la que disfrutar de un merecido descanso.





















































Tras pasar la majada de Grandiella el itinerario vuelve a hacerse más pendiente para entre
hayas y abedules alcanzar el Argayu ‘l Llobu, donde existe un voladizo sobre el camino que
impide que la lengua de nieve que allí se forma en invierno cierre el paso hacia arriba.















Con algo de suerte es posible ver en este punto alguno de los rebaños de rebecos que pastan en
las praderas al pié del Cantu l’ Osu. Enseguida, se traviesa el Túnel del Crestón, tras el que
se divisan ya, al oeste, los frondosos hayedos que pueblan el Monte de Redes.






Desde aquí no resta ya más que un suave ascenso por la pista hasta alcanzar las praderas
de Brañagallones. La actual vega es el resultado del relleno y colmatación natural de un
antiguo lago de origen glaciar. Hace miles de años, la lengua glaciar que descendía por el
valle del Ríu Monasteriu depósito las morrenas que aún se reconocen como pequeñas
crestas al oeste de la vega. Los depósitos actuaron como presa natural y dieron lugar a la
formación de un pequeño de ese pequeño lago.

Datos obtenidos de : http://www.parquenaturalderedes.comen/
En cuanto a datos personales sobre esta ruta, tan solo indicar que se puede ver la magestuosidad del parque natural de redes. En el se divisan desde grandes bosques de especies autoctonas, hasta las grandes montañas que posteriormente desde la bañagallones se puede acceder.

Entre las montañas a destarcar, la peña el viento y el canto del oso, en este caso nosotros hicimos el canto del oso, el cual está explicado y destacado en un video, debemos indicar que a pesar de ser una ruta dificil, o eso es lo que pone, no os fieis que lo es de verdad así que con paciencia.






sábado, 12 de abril de 2008

TABAYON DEL MONGAYU I












Se saldrá del pueblo de Tarna por una caleya (señalizada con rutas a la cascada y a los Rebollos del Llano del Toro) que primero va en dirección Oeste, y Suroeste después. Pasando por el hermoso bosque de especies autóctonas de Saperu, donde habitan multitud de animales salvajes, desde cérvidos a jabalíes También hay algunos cantaderos de urogallo y no es infrecuente la presencia de lobos. En las altas cotas trepan con destreza los rebecos y por los árboles saltan velozmente la ardillas y abundantes aves. El camino que nos lleva por este espeso bosque se denomina Pedregalón, y pasa por la antigua mayada de Los Cabaniellos, así como por las fuentes y arroyos de Rodrigu y Arellales. La ascensión es suave y si acompaña la suerte, y vamos sin armar ruido, podremos ver algún mustélido (comadreja, marta, tejón, garduña, armiño o turón). Así como corzos y ardillas. Para ello es aconsejable parar alguna vez a contemplar la Naturaleza y no ir corriendo "contra reloj". Después de algo más de una hora de tranquila caminata, comenzaremos un pequeño descenso hasta la amplia vega de La Campona, antigua majada pastoril y donde veremos ya la cascada de Tabayón del Mongayu. Esta cascada la forma el río del Mongayu, afluente del río de La Ablanosa. A su vez, como dijimos anteriormente, tributario del Nalón. En la parte alta de la cascada está la vega del mismo nombre, a unos 1.400 metros de altitud. Y casi 200 metros más abajo se encuentra la vega La Campona (en uno de cuyos extremos cae serpenteante la cascada). Entre las dos vegas citadas y según se mira al salto de agua, a su derecha, hay un empinado sendero que pasa por las laderas de La Cuchella, Requexines y La Rasa, entre arbolado autóctono y con el fragor del agua que se descuelga torrencial. Aunque no aconsejamos seguirlo si no se esta entrenado en montañismo. Además algunos guardas muy celosos de la zona quieren prohibir el paso, según parece, a las excursiones colectivas.














domingo, 23 de marzo de 2008

reserva integral de la biosfera de muniellos

La Reserva Natural Integral de Muniellos se localiza en el extremo suroccidental de Asturias, sobre los cordales que separan los concejos de Ibias y Cangas del Narcea. La actual Reserva incluye tres montes el de Valdebois (Monte de Utilidad Pública número 345), el de Muniellos (MUP 339) y el de La Viliella (MUP 349). El primero se sitúa íntegramente en el concejo de Ibias y los otros dos en el de Cangas del Narea.

El acceso principal al área se realiza desde la Carretera Comarcal AS-211, que enlaza con la Carretera Regional AS-15 a la altura de Ventanueva y se dirige por el Puerto del Connio a San Antolín de Ibias. A 3 km escasos de Ventanueva se sitúa la localidad de Moal, de donde parte un camino carretero que en poco más de cuatro kilómetros lleva a Tablizas, punto de entrada al Monte de Muniellos. El acceso a la Reserva es restringido y se limita a un número máximo de veinte visitantes diarios. La solicitud de visita debe hacerse ante la Consejería de Medio Ambiente.



Historia:



Este fantástico bosque, lleno de leyendas y mitología astur, se asienta sobre un sustrato paleozoico de unos 500 millones de años de antigüedad; en él se pueden observar antiguos circos glaciares y las lleronas, canchales de cuarcitas desmenuzadas. Del origen glaciar de Munieḷḷos dan fe las famosas lagunas del Pico de la Candanosa, cuatro escalones de agua, de belleza enigmática, que se esconden entre valles, senderos y cimas.
El monte de Muniellos perteneció a los condes de Toreno. Ya se tiene noticia de la utilización de sus maderas a finales del s.XVI en la reparación de los barcos que regresaron de la Armada Invencible. Su explotación comenzó hacia el año 1766, cuando surtió de madera a las construcciones navales de la Armada en Ferrol. Con el tiempo ese destino fue variando: traviesas para el ferrocarril, fabricación de duelas, posteados para la minería.


Gastronimia:




Queso de Genestoso:
Concejo: Cangas del NarceaDescripción:Zona de elaboración: Se elabora en el montañoso y apartado pueblo cangués de Genestoso (Xenestoso), que dista 28 km de Cangas del Narcea, capital del concejo del mismo nombre, y se comunica por la carretera CN-4.Descripción: En la actualidad, la elaboración de este queso artesano clásico es muy escasa y queda exclusivamente reducida al pueblo del mismo nombre. El Xenestoso es muy agradable a la vista, su olfato evoca olores florales, verdes y en ocasiones afrutados.Su tradición procede de los tiempos de la trashumancia; antiguamente se elaboraba con leches de cabra y oveja, hoy con leche de vaca. De aquellos le quedado la forma, muy rara para los quesos elaborados en Asturias y más habitual en los extremeños, de los que toman no pocas de sus características.Tipo de leche: Vaca.Método de elaboración: Recién ordeñada, se sala la leche cruda y entera de vaca y se le añade el cuajo con el fin de que coagule durante muchas horas. A continuación se corta la cuajada y se introduce en moldes (de madera o de barro, en este caso vasijas de Llamas de Mouro), donde permanecerá tres días más. Transcurrido este tiempo, se le da un nuevo punto de sal si fuera necesario y se amasa a mano, para después prensarlo lateralmente con el cincho de esparto durante tres días. Finalmente, se le deja orear en lugar fresco por espacio de tres o cuatro semanas.MATERIAS PRIMAS: La leche entera y cruda exclusivamente de vaca (aunque en temporada todavía se pueden encontrar piezas con leche de oveja y de cabra). Cuajo industrial y sal.COMPOSICIÓN MEDIA: HUMEDAD: 35%EXTRACTO SECO: 65%GRASA: 34%GRASA EN EXTRACTO SECO: 59%PROTEÍNAS: 25%CENIZAS (MINERALES): 3,5%CALORÍAS (100 gr): 405%Características: TIPO: De blando a semiduro, de graso a extragraso. FORMA: Troncocónico, con la cara lateral cóncava debido al prensado con cincho de esparto. PESO: Siempre inferior a 1 kilo. CORTEZA: Color amarillo pajizo y poco definida, con marcas en sus laterales por el dibujo de las tiras de esparto. PASTA: Color amarillo suave, granulado y con grietas que se dan una forma laminar. AROMA: En primavera, suave, de aroma mantecoso motivado por la leche utilizada, con escaso retrogusto, recordando al Afuega'l Pitu fresco; en otoño, el queso mezcla es de gran entidad, bouquet pronunciado, con sensaciones de hierba seca y olores de brezo. SABOR: Ácido, graso, escaso de sal, según su madurez va tomando un sabor picante, que en algún momento es muy agradable.Gastronomía: El Xenestoso es muy agradable a la vista, con las estrías formadas por los arnios de esparto utilizados para su elaboración. Su olfato evoca olores florales, verdes y en ocasiones afrutados, con aromas primarios y un bouquet suave que recuerda a las avellanas y a la miel. En la tabla, cuando se trata del hoy día habitual tipo elaborado con leche de vaca, irá situado en los primeros lugares, con los quesos suaves; cuando sean los quesos elaborados con mezcla de leche de oveja e incluso de cabra, entonces pasarán a lugares medios o incluso medios-altos, anteriores a los quesos azules. El vino recomendable sería un blanco de la denominación de origen Valdeorras, que estuviese fermentado en barrica, amarillo pajizo, de aroma potente y floral, afrutado típico de la variedad, en la boca sabroso, excelente acidez, con gran carácter. Habitualmente, no obstante, este queso se degusta con vinos tintos jóvenes y suaves.Fuente: Sociedad Regional de Turismo del Principado de Asturias.


El vino de CangasEspecial importancia adquiere el vino cangués por ser ésta la única zona de Asturias donde se cultiva. La larga tradición de la vid se remonta a la época romana y fue potenciada después por los monjes benedictinos a partir del s. XI. Su elaboración en las vetustas bodegas mantiene aún los métodos tradicionales. Las variedades de uva autóctona son las de carrasquín, berdejo y albarín, contando con una mayor producción las de mencía, introducida a finales del siglo XIX tras la plaga de la filoxera. La vendimia constituye un auténtico acontecimiento festivo y social.Se caracteriza el vino cangués por ser un vino joven, tinto, de baja graduación, ligero, con buen gusto y una cierta acidez. El vino de Cangas ha de degustarse en los tradicionales cachos, cuencos de madera que se cuecen en las tinas de madera en las que fermenta el mosto.PotajeEl potaje de berzas, pote o caldo, es el plato más típico, válido para todas las épocas del año. Se prepara con berzas, patatas, fabas y el indispensable compango a base de morcilla, chorizo, lacón y tocino.Carnes, caza y embutidosLa contrastada calidad de la cabaña ganadera, merced a los ricos pastos de este suelo, hacen que la carne roxa posea un sabor inigualable. La riqueza cinegética del concejo tiene variada representación en la mesa, sobre todo el jabalí con patatinas, receta típica canguesa. También el corzo o la perdiz. De contrastada calidad resultan los embutidos artesanales de la zona: las andochas, los choscos y los butiel.los. En el antroiru (carnaval) es tradicional la caramiel.la (cabeza del cerdo).Queso de XinistosuEste queso se elabora en la aldea de montaña que le da nombre. Es de grato sabor y posee un característico aspecto por el dibujo que deja el molde de esparto en su corteza.PostresLos frixuelos cangueses se preparan de manera peculiar, distinta al resto de la región; aquí la pasta se fríe en abundante aceite, lo que le da un peculiar aspecto en forma de espiral.No hay tampoco que dejar de degustar el arroz con leche y el requesón con miel

Descripción elaborada por el Ayuntamiento de Cangas del Narcea.


Esta ruta fue ralizada, entre varios amigos, y la verdad que bueno se puede decir que es uno de los paisajes mas característicos y bonitos del principado de asturias. Es de tipo circular y se puede decir que tiene una parte facil y otra un poco mas dificil. La facil la comienza por el lado izquierdo desde el centro de interpretación y comienza, con un camino ancho hasta el punto, de que su anchuera es debida a que entre 1766y 1973 ,habia una concesión maderable en dicho bosque la cual ceso en dicha fecha debido a que fue declarado por el Estado español en 1964 " paisaje pintoresco"sin embargo su explotacion no ceso hasta 1973. La dificil comienza por el lado derecho y digamos que discurre, por un sendero pequeño en el podemos observar la naturaleza en su estado puro, sin ninguna intervención humana, por dicho sendero encontraremos la fuente de las culebras, y ademas de su hermoso paisaje, el cual finaliza en la laguna la cual presenta importantes variedades piscicolas, el caracter de integral actualmente del bosque prohibe tod tipo de explotacion de acuerdo con la Ley de la Comunidad Autónoma de Asturias 9/2002, de 22 de octubre, de la Reserva Natural Integral de Muniellos. Puesto que una imagen vale mas que mil palabras aqui os mostramos, una serie de fotos y un video ulustrativo de la susodicha ruta.


Respecto a la concesion maderable, recomiendo el estudio elaborado por Joaquín lopéz álvarez, el cual puede encontrarse en la siguiente dirección:

dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=624473&orden=62220





jueves, 20 de marzo de 2008

ruta nº 1 sierra del pienzu




La Sierra del Sueve, llamada por los lugareños Puerto del Sueve, es de anchas proporciones y se alza por los territorios de Ribadesella, Caravia, Colunga, Piloña y Parres, desplegándose en dirección Noreste-Suroeste. Dos depresiones delimitan a lo largo su terreno y son las de Llama y el Fito, que distan unos 12 Km en línea. Por otro lado en el otro eje, su cumbre principal el Pienzu, dista 7,5 Km de su extremo sobre el Piloña en Sevares, y unos 5 Km. al otro extremo sobre la playa de la Espasa en Colunga.
La ruta que se describe es el tránsito entre el alto de Llama y el Fito, mencionados anteriormente.

Aqui no os vamos a destacar sobre como llegar a la cima sino los inconvencientes de llegara ala cima, jeje.

Debemos de destacar que hasta la majada se esta muy bien es decir vamos por un paisaje de gran color con animales como los famosos asturcones. Una vez abandonamos la majada debemos de destacar que la subida por piedras encarpadas, con calor, lo digo por experiencia se pasa mal, despues, llegas a una ladera de la montaña, y comienza una pendiente bastante pronunciada, y lo es, hasta el punto de que tienes que echar las manos al suelo despues llegas a la torre y, salvo que haya mucha niebla, la verdad , MERECE LA PENA.